Todos tenemos nuestra cruz particular con nuestra familia, la que nos viene de serie quiero decir, la otra, la que hacemos y deshacemos (en mi caso varias veces), pues oyes como dice el dicho: A rey muerto rey puesto. Pero con los padres y hermanos no hay tu tía, de esos no te divorcias nunca y aunque decidas zanjar con ellos ni siquiera tienes la opción de reemplazarlos, ahí los tienes forever and never te hables con ellos o no.
El que me tiene un poquito hasta el moño esta vez es mi padre. Se separó de mi madre hace 20 años y se junto con una vacaburra inculta y maleducada hasta decir basta. Pero bueno en mi familia que somos mucho de hacer la vista gorda, esta vez no íbamos a ser menos y a tragar se ha dicho. Y tras 20 años de relación en que han subido a tres adolescentes (de ella) ahora resulta que no se aguantan. Bueno no se aguantan de hace mucho más, casi desde el principio, pero ahora "parece" que mi padre no puede más. Pero no, no es eso, es que el señor que se encaparicha de coches y de otros objetos pagados a plazos, esta vez se le han abierto las carnes por una novia que plantó cuando tenía 18 años, allá por el mismo tiempo en que se encaprichó de mi madre. Me lo vino a contar con la boca chica, no fuera yo a abroncarlo, aunque sólo fuera por revancha, por el mucho por culo que ha dado en contra de mi última separación. Y yo que me he liado la manta a la cabeza con muchos más inconvenientes (léase hijos pequeños, hipoteca...) no hice más que darle dos palmadas en la espalda y desearle que llegue a sus más que probables 87 de la manera que más le plazca.
Total, que venden la casa, separan cuentas, se van de abogados y el señor tira p´andalucía, "mi tierra", como él la llama sacando pecho, pero que resulta que lleva en Cataluña la friolera de 50 años.
Pues si se bajó un lunes, se volvió un miércoles. Justo 48 horas después y me quiere vender la moto de que echa de menos a la vacaburra y la vacaburra a él, que está deprimida, que llora por los rincones y para más inri, está súper ofendida conmigo porque no llamé para consolarla, cuando yo creía que estaría celebrando su soltería por todo lo alto.
Bueno pues ahora no hay semana que mi padre no me llame para pedirme que llame a su señora para que las aguas vuelvan a su cauce. Y digo yo señores, por qué no me llama ella a mí, aunque sea para preguntar por estos niños que dice quiere como nietos. Y de paso si me quiere preguntar qué tal llevo lo mío con mi casiex, que ya vamos para 8 meses de batalla y lo que te rondaré morena, pues oyes, cuánto sería de agradecer, no?
Así que su última intentona, la de mi padre quiero decir, (que me ramifico y me pierdo), fue el viernes pasado y ahí ya no pude más, y escupí y grite todo lo que mi vista gorda había querido no decir durante años. Que he llegado ya a un punto en mi vida que no me callo porque no me da la gana, que si he sido capaz de romper con lo más sagrao (el matrimonio) no me caso ya con nadie que no me convenza al 100%,.....y con madrastras mucho menos!!
Veremos con cuántas bajas saldamos esta navidad.....
Cuantas cosas por contar....
ResponderEliminarOle y ole, vamos con lo que tu tienes que te tengas que preocupar por los amores de tu padre como que no. Que cada uno acepte el rol y te lo digo yo que mi madre no hace de madre salvo para que la cuiden. Yo te apoyo tienes razon.
ResponderEliminarOye leyendote me has recordado a los articulos de Reverte en el Semanal, pero que bien escribes, hija que mal aprovechada estas con lo que sabes.
muchos besos.