jueves, 9 de diciembre de 2010

cuarentaydos


Ayer fue un día raro....cumplí 42 años y desperté entre los besos y abrazos de mi amor....al rato la despedida, y me quedé recogiendo los restos de un puente con cuatro niños....hice las maleta y nos pusimos en carretera durante dos horas.
Llegar a casa fue una mezcla de alivio y desconsuelo ....volver después de estar fuera varios días siempre me reconforta, pero ayer mi hogar se notaba desnudo....había desaparecido toda su ropa y alguna  cosa más....y esta vez para siempre....no hubo un "adiós", ni siquiera una felicitación....casi que mejor....
Y así concluye una crónica anunciada durante casi nueve meses, que no por conocida y elegida deja de ser menos triste y dolorosa. 
Como dijo Rosa Montero: "Duele el desamor tanto si no te aman como si tú no amas, pero cuando aprieta el desaliento y te arde la piel del alma de un desamor reciente, conviene pensar algunas consideraciones. Primero, que no se puede pasar por la vida sin mancharse y sin herirse, y que todo lo importante tiene un precio; y así, el dolor del desamor es el precio de tu capacidad de amar y de esa intención gloriosa que la pasión te ofrece. Segundo, que en todas las rupturas se aprende algo. Y tercero, que el amor no está en el otro, si no en ti mismo. Si una vez amaste, lo volverás a hacer....y siendo más sabio"

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