De un certero bocado, le arrebató el pincel y ambas quedaron inmóviles. El silencio que reinaba en la sala se hizo ruido de repente. Empezó a notar que le zumbaban los oídos y sintió un leve mareo. Se apoyó como pudo en la mesa. Llevaba una década entre brochas y paletas y creía haberlo visto todo. Siempre silencio, ella, sus herramientas y el trabajo a realizar. Ambiente frío, inerte y luz azul. Ella con movimientos suaves y certeros conseguía dar vida a cada uno de los rostros que maquillaba. Siempre dos cuerpos en la sala. El de ella, joven, esbelto y vital. El otro, hombre o mujer, siempre muerto.
M'a gustao. Enhorabuena. Por ganar, no porque m'aya gustao.
ResponderEliminarPero qué mal amigo eres, Juan jajajajja
EliminarAunque sé que lo dices en broma, no acabo de ver cómo encaja lo del mal amigo.
ResponderEliminarDarte la enhorabuena porque me haya gustado sería un acto de vanidad, vergonzoso vicio que prefiero mantener en secreto.
Un acto de vanidad? Decir que te ha gustado el relato de otro? Vanidad es decir que me ha gustado MI propio relato... que dicho sea de paso, sí, me gusta :)
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